martes, 14 de febrero de 2012

EXAMEN FISICO DE LAS FOSA NASALES



EXAMEN FÍSICO DE LAS FOSAS NASALES




El examen físico incluye inspección y palpación de la nariz, rinoscopia y transiluminación de los senos frontal y maxilar.
Inspección:
Abarca la observación directa del lóbulo, de los orificios anteriores de las fosas, del dorso y de la pirámide nasal. El vestíbulo nasal puede comprobarse de la misma forma o extendiendo hacia arriba el lóbulo nasal.
La Inspección puede revelar diferentes tipos de nariz, según la dirección dorsal de la pirámide nasal: nariz recta; nariz aquiliana incurvada como pico de águila; nariz griega, en la cual no hay surco nasofrontal y el dorso se continúa directamente con la frente; nariz arremangada, en la cual la punta está girada hacia arriba.
Las narinas están separadas por la “columnela” o subtabique, que en la raza blanca es largo y en la raza negra corto; en consecuencia, las narinas son elípticas en la raza blanca y alargadas en sentido transversal en la raza negra.
La inspección también permite reconocer deformaciones de origen traumático (fracturas) o causadas por destrucción de los cartílagos nasales, partes óseas o ambas cosas.
La atresia de los orificios anteriores es rara, y casi siempre en relación con procesos específicos (lupus); la atresia de las coanas (la unilateral que es más frecuente), en la infancia es motivo de dificultad respiratoria nasal y apnea al mamar.
También en ciertas entidades patológicas como:
Hipotiroidismo, que provoca infiltración mixedemaosa difusa y una facies característica.
Hipertrofia de las vegetaciones adenoides, que obliga a la respiración bucal permanente con la deformación consecuente de los rasgos fisionómicos, lo cual constituye la llamada facies adenoides: boca entreabierta, labio superior levantado, rostro inexpresivo, tendencia a babear, progmatismo del maxilar superior.
Elevando con el pulgar la punta de la nariz, es posible la inspección de las narinas y la parte anterior del tabique cartilaginoso y cornetes inferiores. Ello permite observar la presencia de forúnculos de las vibrisas o vellos nasales, dolorosos con edema inflamatorio y a veces una pequeña acumulación de pus en la base del pelo infectado. Se percibe otras veces en el ángulo que forma el tabique con el piso, la existencia de una red vascular cubierta de una mucosa muy delgada, esta zona llamada Área de Little y Kiesselbach es donde, en un 50% de los casos se originan las epistaxis.
La inspección del vestíbulo nasal descubre también la existencia de una sicosis que, si es de repetición, puede ser sintomática de una afección sinusal crónica o recurrente, en especial del etmoides, de un furúnculo en el ala nasal o en la parte interna del orificio anterior de la fosa, de un colapso del ala nasal con el contacto de ésta con el su tabique durante la inspiración.
Palpación:
Da idea de la calidad de la piel y su grosor, del grado de movilidad y de las adherencias a los planos profundos. Permite reconocer crepitaciones y desniveles en caso de fractura de la pirámide nasal y del macizo óseo facial, así como del volumen y consistencia de tumoraciones y puntos dolorosos presentes en las diversas modalidades de sinusitis y neuralgia facial. Las deformaciones congénitas y malformaciones se comprueban con facilidad.



Rinoscopia:

El examen de las fosas nasales se lleva a cabo por rinoscopia anterior y posterior.
La rinoscopia anterior consiste en separar el ala de la nariz por medio de un espéculo nasal cuyas valvas se introducen en el vestíbulo. En esta rinoscopia se utiliza el rinoscopia, bien sea de mango o de tornillo, pues ambos tienen dos valvas que separan el tabique y el ala nasal, lo que permite la iluminación y visión de las estructuras intranasales. Es indispensable la iluminación de la región nasal.
Primeramente, se introduce el espéculo cerrado, siguiendo el eje mayor nasal; luego, colocando la cabeza erecta, el espéculo se dirige formando un ángulo recto con la vertical, y se abre. Así, es posible observar el suelo nasal, el cornete, el meato inferior y la parte anterior del tabique nasal; en segundo lugar, se indica al paciente que extienda la cabeza, y el espéculo se inclina siguiendo la dirección de la nariz, con lo cual se permite la visión de las zonas altas del tabique, el cornete medio y del correspondiente meato, e incluso de las áreas situadas a nivel de la concha superior. También se puede observar la hendidura olfatoria (entre la cabeza del cornete medio y el tabique). Para la correcta observación de las paredes interna y externa de estas fosas, se imprimen pequeños movimientos laterales impregnándose la mucosa con un vasoconstrictor.
Tomado de:
http://www.gastromerida.com/pdf/semio/cabeza/fosas%20nasales.pdf

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