EXAMEN FÍSICO DE LAS FOSAS NASALES
El examen físico incluye
inspección y palpación de la nariz, rinoscopia y transiluminación de los senos
frontal y maxilar.
Inspección:
Abarca la observación directa del lóbulo, de los
orificios anteriores de las fosas, del dorso y de la pirámide nasal. El
vestíbulo nasal puede comprobarse de la misma forma o extendiendo hacia arriba
el lóbulo nasal.
La Inspección puede revelar diferentes tipos de nariz,
según la dirección dorsal de la pirámide nasal: nariz recta; nariz aquiliana
incurvada como pico de águila; nariz griega, en la cual no hay surco
nasofrontal y el dorso se continúa directamente con la frente; nariz
arremangada, en la cual la punta está girada hacia arriba.
Las narinas están separadas por la “columnela” o
subtabique, que en la raza blanca es largo y en la raza negra corto; en
consecuencia, las narinas son elípticas en la raza blanca y alargadas en
sentido transversal en la raza negra.
La inspección también permite reconocer deformaciones de
origen traumático (fracturas) o causadas por destrucción de los cartílagos
nasales, partes óseas o ambas cosas.
La atresia de los orificios anteriores es rara, y casi
siempre en relación con procesos específicos (lupus); la atresia de las coanas
(la unilateral que es más frecuente), en la infancia es motivo de dificultad
respiratoria nasal y apnea al mamar.
También en ciertas
entidades patológicas como:
Hipotiroidismo,
que
provoca infiltración mixedemaosa difusa y una facies característica.
Hipertrofia
de las vegetaciones adenoides, que obliga a la respiración bucal permanente con la
deformación consecuente de los rasgos fisionómicos, lo cual constituye la
llamada facies adenoides: boca
entreabierta, labio superior levantado, rostro inexpresivo, tendencia a babear,
progmatismo del maxilar superior.
Elevando con el pulgar la punta de la nariz, es posible
la inspección de las narinas y la parte anterior del tabique cartilaginoso y
cornetes inferiores. Ello permite observar la presencia de forúnculos de las
vibrisas o vellos nasales, dolorosos con edema inflamatorio y a veces una
pequeña acumulación de pus en la base del pelo infectado. Se percibe otras
veces en el ángulo que forma el tabique con el piso, la existencia de una red
vascular cubierta de una mucosa muy delgada, esta zona llamada Área de Little y
Kiesselbach es donde, en un 50% de los casos se originan las epistaxis.
La inspección del vestíbulo nasal descubre también la
existencia de una sicosis que, si es de repetición, puede ser sintomática de
una afección sinusal crónica o recurrente, en especial del etmoides, de un
furúnculo en el ala nasal o en la parte interna del orificio anterior de la
fosa, de un colapso del ala nasal con el contacto de ésta con el su tabique
durante la inspiración.
Palpación:
Da idea de la calidad de la piel y su grosor, del grado
de movilidad y de las adherencias a los planos profundos. Permite reconocer
crepitaciones y desniveles en caso de fractura de la pirámide nasal y del
macizo óseo facial, así como del volumen y consistencia de tumoraciones y
puntos dolorosos presentes en las diversas modalidades de sinusitis y neuralgia
facial. Las deformaciones congénitas y malformaciones se comprueban con
facilidad.
Rinoscopia:
El examen de las fosas nasales se lleva a cabo por
rinoscopia anterior y posterior.
La rinoscopia anterior consiste en separar el ala de la nariz por
medio de un espéculo nasal cuyas valvas se introducen en el vestíbulo. En esta
rinoscopia se utiliza el rinoscopia, bien sea de mango o de tornillo, pues
ambos tienen dos valvas que separan el tabique y el ala nasal, lo que permite
la iluminación y visión de las estructuras intranasales. Es indispensable la
iluminación de la región nasal.
Primeramente, se introduce el espéculo cerrado, siguiendo
el eje mayor nasal; luego, colocando la cabeza erecta, el espéculo se dirige
formando un ángulo recto con la vertical, y se abre. Así, es posible observar
el suelo nasal, el cornete, el meato inferior y la parte anterior del tabique
nasal; en segundo lugar, se indica al paciente que extienda la cabeza, y el
espéculo se inclina siguiendo la dirección de la nariz, con lo cual se permite
la visión de las zonas altas del tabique, el cornete medio y del
correspondiente meato, e incluso de las áreas situadas a nivel de la concha
superior. También se puede observar la hendidura olfatoria (entre la cabeza del
cornete medio y el tabique). Para la correcta observación de las paredes interna
y externa de estas fosas, se imprimen pequeños movimientos laterales
impregnándose la mucosa con un vasoconstrictor.
Tomado de:
http://www.gastromerida.com/pdf/semio/cabeza/fosas%20nasales.pdf
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